Todo partió de una inquietante idea filtrada en mis oídos:
«¡En Valladolid nunca sucede nada!»

Sentí que debía de haber personas que, cada día, despertaran con el impulso de crear sus propios sueños. Quise conocerlas. ¿Lo harían sin darle importancia, como quien respira, o sería para ellas un acto esencial para poder ser, existir y dejar huella en el mundo?
Pronto descubrí la dificultad y el mérito de concebir lo único y original. También comprendí el esfuerzo, la preparación y la formación que se requieren para hacerlo realidad. El archivo me reveló a personas extraordinarias, todas ellas capaces de inspirar a muchos otros a emprender su propio camino.

El 1 de enero de 2012 di vida a esta idea. Al principio, con la ayuda inestimable de Mario y, después, en solitario, con mis propios medios y mucha paciencia.
Recorrí la provincia en busca de «Vallilustres», con ilusión y entrega, para crear y difundir este trabajo documental de manera altruista, en un formato sencillo y cercano a todos los públicos.
Deseo de corazón que lo disfrutéis.

Algunas caras os resultarán familiares, pero os invito a escuchar todas las historias del archivo: cada una transmite la fuerza de quienes se atrevieron a convertir sus sueños en realidad en Valladolid y provincia.
Espero que acojáis mi labor con el mismo cariño que yo pongo al realizarla, y que sepáis disculpar los fallos de quien empezó con recursos escasos y conocimientos aún más limitados.
Ojalá las mejoras que he ido incorporando estén a la altura de vuestra expectativa.
Con afecto,
Mr. Vallilustre